APIS Token

La polinización de flores silvestres y varios cultivos clave para la producción de alimentos dependen de abejas nativas y manejadas. Además, las colonias administradas de abejas (Apis Mellifera) representan una fuente importante de bienes e ingresos con una producción anual. Sin embargo, la disminución global de la población de abejas representa una amenaza para la seguridad alimentaria y el mantenimiento de la biodiversidad. Para las abejas, los grandes programas de monitoreo indican tasas sin precedentes de pérdidas de colonias, en particular en Europa y América del Norte, pero observaciones similares, aunque menos documentadas, se están realizando en otras partes del mundo. A principios de 2006, los apicultores comenzaron a notar una disminución inusual y desaparición en sus colonias de abejas. Parecía como si miles de abejas se desvanecieran en el aire. No quedaron rastros y no se encontraron abejas muertas cerca de las colonias. Desde entonces, más del 30% de las colonias de abejas han estado desapareciendo cada año, incluidas muchas abejas obreras que son vitales para la supervivencia y la prosperidad de la colonia. A medida que más y más abejas obreras desaparecen, sus colonias se debilitan y pronto, ya no pueden funcionar. Debido al colapso de las colonias, este fenómeno se denomina correctamente el trastorno de colapso de colonias (CCD). Los factores estresantes que afectan a las abejas son múltiples en naturaleza y origen, y se pueden agrupar en cuatro clases amplias: físicas, químicas, biológicas y nutricionales. Los factores estresantes físicos se rigen principalmente por cambios ambientales (por ejemplo, cambio climático, fragmentación y destrucción del hábitat). Los factores estresantes químicos incluyen principalmente compuestos de naturaleza antropogénica (por ejemplo, agricultura, actividades urbanas / industriales / mineras, apicultura, jardinería, etc.) así como también contaminantes naturales (por ejemplo, micotoxinas, alcaloides de plantas, etc.). Los factores estresantes biológicos incluyen plagas de abejas y enfermedades exóticas. Los factores estresantes nutricionales pueden expresarse como un cambio en el estado nutricional de la abeja (por ejemplo, proteínas, lípidos, azúcares, vitaminas y minerales). Los factores estresantes biológicos y nutricionales pueden ser modulados por cambios ambientales y / o actividades antropogénicas (por ejemplo, un aumento de plagas de abejas y enfermedades exóticas debido al cambio climático y el comercio mundial; nutrición de abejas relacionada con la disponibilidad de recursos en el paisaje y prácticas de manejo de la apicultura). Uno de los desafíos en la evaluación del riesgo ambiental será incluir los efectos combinados de dichos factores de estrés en la evaluación del riesgo.